Largas migraciones de los antepasados
Mientras navegaba por internet haciendo una investigación sobre mis antepasados, me tropecé con un proyecto geográfico de ADN de los menonitas. Como mis antepasados directos por el lado paterno eran miembros de la comunidad de la iglesia libre de los menonitas, me interesé de inmediato por los resultados. Los miembros de este grupo se casaban predominantemente entre sí, de tal modo que muchos apelllidos pueden rastrearse hasta cerca de la época de la reforma. Yo tenía especial interés en el apellido “Penner”, el cual se convirtió en mi línea familiar en “Fröhlich” por un cambio de nombre. Lo asombroso fue que de aprox. 36 personas analizadas, 35 tenían el mismo haplogrupo y debían de estar emparentados a lo largo de los últimos 500-600 años. Ahora quería saber si yo pertenecía a ese grupo, y me hice un test del cromosoma Y.
Resultó ser el haplogrupo E3b, lo que significa que yo también provengo de los padres primitivos de los Penners. Lo realmente sorprendente, sin embargo, fue que el ADN de los Penners exhibe la máxima similitud con el de algunos españoles y descendientes de españoles. Esto era por demás asombroso, puesto que su procedencia está establecida con certeza en la región de los Paises Bajos y la Baja Sajonia, desde donde luego emigraron a Prusia Occidental y luego en su mayor parte hacia Rusia. Es evidente que mis antepasados deben haber venido de España antes del período registrado en documentos. Probablemente esto ocurrió durante la guerra de los 30 años, cuando España ocupó los Paises Bajos o un poco antes, huyendo de la Inquisición Española.
El haplogrupo E3b llegó por varios caminos hacia Europa, y en efecto el ADN de los Penner muestra similitudes con el de personas del norte de África. Puede entonces haber llegado a España con los antiguos fenicios o en la invasión musulmana de los moros. Si esta increible historia resultara siendo cierta, mis antepasados habrían migrado desde África del Norte, a través de España, los Paises Bajos, Prusia Occidental, Ucrania, Siberia y Kasaquistán, hasta que mis abuelos regresaron a Alemania.
Como ya además hice analizar el linaje materno de mis parientes en iGENEA, sé asímismo que tengo antepasados germánicos y celtas, con lo que también está confirmado el origen europeo. Los resultados muestran sin embargo que los seres humanos emprendieron increibles migraciones en el pasado.
Imágenes y documentos subidos
Esta historia ha sido publicada el: 12.03.2013